Nuevo centro de San Miguel

El lanzamiento del proyecto para el nuevo centro comercial de San Miguel es un paso adelante. La sola puesta en marcha de una idea es un avance significativo, aunque esa misma genere discusión y produzca interrogantes. Si queda claro que así, como se encuentra este sitio en la actualidad no se puede continuar. Y no es sólo una cuestión de comercio, sino que involucra tránsito y modificaciones estructurales importantes.

Según lo que el municipio ha mostrado ante un grupo nutrido de comerciantes y profesionales de San Miguel, la idea contempla una amplia modificación en las calles. Sobre todo en la circulación de dos arterias muy importantes como la Avenida Pte. Peròn y la calle Sarmiento.

La intención es que, con la modificación, que tendrá un costo aproximado de 15 millones de pesos, Presidente Perón, entre Conesa y Roca, sea sólo mano hacia José C. Paz, con tres carriles. Esto implicará un ensanche de las veredas. Algo similar sucederá con la calle Sarmiento que mantendrá su actual dirección, pero que será ensanchada.

La obra comprende además, la realización de las tareas de hidráulica, colocación de nuevas luminarias, nuevos cruces peatonales entre otras modificaciones.

Desde el punto de vista conceptual, la obra es un paso adelante. Porque se trata de una proposición nueva que, como tal, genera en sus primeras impresiones, adhesiones y rechazo. Entra también a tallar par el análisis particular de cada uno de los sectores protagonistas.

Hay que darle la derecha al gobierno municipal que, luego de muchos años de crecimiento del centro de San Miguel, con escasa participación del estado en la planificación, pone a consideración un proyecto para cambiar. Eso es elogiable.

Luego surgen algunos interrogantes. Si se quiere, hasta desde el punto filosófico. ¿Las modificaciones deben ser a partir del comercio, o el estado debe planificar un cambio que involucre a todos los sectores, incluido el comercio, pero no como actividad excluyente? Quizá esa fue la sensación que dejó la presentación realizada por el representante de CAME, quien dijo que la idea de los cambios es para que los pequeños comercios compitan con los grandes centros comerciales. Si ese es el objetivo prioritario resultaría escaso. Así al menos se entiende el planteo del “Shopping a cielo abierto”.

Sin embargo, el municipio ha dado un paso muy valioso. Será el tiempo ahora de perfeccionar y acercar más ideas, si las hubiese. Es una excelente oportunidad para pensar el “San Miguel que viene”, sobre todo para quienes no se comprometen y luego reniegan. Ahora llegó su momento. La comuna puso el primer mojón.