Benedicto XVI pidió por los niños del mundo al encabezar las celebraciones en Nochebuena

Foto: EFE

EL VATICANO.- El papa Benedicto XVI encabezó la tradicional Misa de Gallo en la Basílica de San Pedro en el Vaticano para celebrar la Navidad. Durante la ceremonia llamó a pensar en los niños del mundo.

Benedicto XVI instó a pensar en aquellos niños que sufren las guerras y la pornografía infantil y advirtió que "sólo si los hombres cambian, cambia el mundo".

El Papa también pidió "que cese el odio y la violencia".

En su cuarta Misa de Nochebuena, Benedicto XVI introdujo algunas variantes, ya que en primer lugar recitó la "kalenda", un antiguo texto que anuncia el nacimiento de Jesús.

Varios miles de fieles saludaron el ingreso del Papa a la Basílica mientras en la plaza de San Pedro un gran número de asistentes pudo observar la misa en grandes pantallas de video, en medio del frío invernal.

Algunas horas antes de la misa de medianoche, el papa Benedicto XVI inauguró el tradicional pesebre navideño en la Plaza de San Marcos.

La ceremonia. Como indica el rito, el Pontífice encendió el Cirio de la Paz en la ventana de su departamento, que da a la plaza de San Pedro, poco después de que se descubriese una representación del Portal de Belén erigida en el recinto vaticano. De este modo, como sucede cada año, se dio inicio oficialmente a las celebraciones navideñas.

Ante la mirada de una multitud de fieles congregados para escuchar la misa, el Papa rezó en silencio por la paz en el mundo al encender el cirio y con la vela hizo la señal de la Cruz.

La ceremonia religiosa oficiada por Benedicto XVI es traducida a 64 idiomas, para que todos puedan ser partícipes de la Palabra y la reflexión de la máxima autoridad de la Iglesia.

Este año, el portal de Belén ubicado en la plaza de San Pedro fue ambientado en un intento por recrear el escenario de esa ciudad, hace más de 2000 años. En esa escenografía, el pesebre, que representa el lugar donde según reza la Biblia, la Virgen María dio a luz al niño Jesús, fue cubierto de haces de leña y ubicado en un rincón de la muralla de Belén. Detrás, se ve una torre, un gran portal, y varias casas de campesinos construidas a lo largo de la muralla.

Junto al portal, fue colocado el tradicional árbol de Navidad, que este año ha regalado al Papa la región de Baja Austria. Se trata de un abeto rojo de 120 años y 33 metros de altura, lo que lo convierte en el más alto colocado hasta ahora en la plaza de San Pedro. Una vez que concluyan las fiestas, su madera será usada para fabricar juguetes para niños, así como bancos de parques y de escuelas.